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Hace unos días, un grupo de amigos de infancia nos reunimos. Entre las múltiples anécdotas recordadas y temas conversados, estuvo qué retos habría que superar para lograr el desarrollo económico y social de República Dominicana en 30 años. Luego de la despedida del encuentro, me quedé pensando más profundamente en esa cuestión.

Entre los grandes retos del país que analicé se pueden mencionar los siguientes: la adaptación del cambio climático, la sostenibilidad de las cuentas fiscales, la capacidad del país para insertarse en las cadenas globales de valor, el control de la frontera y la migración haitiana ilegal, y la realización de otras reformas estructurales pendientes. Es por ello que quisiera dedicar una serie de artículos para explorar cada uno de estos retos, iniciando por las preocupaciones sobre el clima.De acuerdo a datos del Banco Mundial, la temperatura máxima promedio del aire del país ha aumentado en 0.94 grados Celsius desde la década de los 1960s. Sin embargo, según las estimaciones del Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe descritas en la Revisión 2020 de la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC), se proyectan aumentos de las temperaturas máximas de 2 a 3 grados Celsius a 2050 (30 años) y de 3 a 5 grados Celsius a 2070 (50 años). Este incremento de temperaturas sería más notable en las áreas más densamente pobladas del país, especialmente el Gran Santo Domingo.

Asimismo, hay que considerar que, por estar en una isla caribeña, República Dominicana es particularmente vulnerable a fenómenos climáticos, que se espera sean más intensos y frecuentes en los próximos años. Como referencia, recordemos las lluvias de noviembre de 2022 y 2023. Se estima que un 30% de la población dominicana es muy vulnerable a eventos climáticos extremos.

Dado este panorama, para la adaptación al cambio climático, se debe fortalecer la capacidad física en dos frentes: fomentar la resiliencia de las ciudades y aumentar la seguridad hídrica. A nivel de infraestructura hay grandes demandas sociales insatisfechas en el sector de agua potable y saneamiento (APS), como drenaje sanitario y pluvial, presas y acueductos.

No obstante, este monto probablemente será mayor debido a que las obras proyectadas para 2021-2024 se han ejecutado en menos de un 25%.

Por otro lado, se deben fortalecer las alianzas del Gobierno con agentes privados, asociaciones sin fines de lucro y organismos multilaterales para aumentar los recursos y proyectos encaminados a la reforestación y saneamiento de ecosistemas vulnerables, en especial los que impactan los afluentes de los grandes ríos dominicanos.

Fuente LISTIN DIARIO
Descargo. Las posiciones de Richard Medina no son las de ninguna de las instituciones a las que pertenece el autor.

Lic. Richard Medina

Economista | Docente | Consultor en finanzas públicas |
Consultor en políticas públicas | Socio-Director de WGC.